3.31.2006

La hoguera del Rock

Catástrofe no-natural. Así califico el Periodismo Argentino a lo sucedidodurante la noche trágica del 31-D. Con este eufemismo barato y tandesangelado se agarraron las cadenas informativas para anunciar lo quetermino en una quema de pulmones, pibes y sueños. “Argentina es la patria de los eufemismos” dice Jorge Lanata en uno de los capítulos de su último libro ADN y desglosa la idea sirviéndose de nuestra historia. Tan reveladora por cierto. El tipo hace hincapié en como el idioma forja identidades de acuerdo a como usamos las palabras, y por el trato que le dieron los medios de comunicación a la masacre ocurrida en Republica de Cromañon. Vamos para atrás. Orlando Barone, por su parte, advierte como los medios españoles utilizan un habla sin remilgos ni eufemismos. Libre de metáforas, algo poco usual y para nada conveniente en nuestros pagos, ya que ello conllevaría a no caretearla. Digo, aceptar lo que somos. Complicado. “La Argentina necesita una gigantesca operación pedagógica”. Esto que describe Alejandro Rozitchner en un articulo publicado en la Revista Noticias, no se logra agitando voluntades para que rueden cabezas del gobierno de la ciudad, del staff Patovico de Chaban o del entorno de Callejeros, así como tampoco se construye desde la pálida indignación hogareña.

Los que no se quedaron quietos. Alfredo Moffatt, groso de la psicología social y un outsider total de la maquinaria mass mediática argentina, armo un equipo al que llamo Bancavida, se calzo los botines y se fue hasta el barrio de Once a contener a los padres y familiares de los pibes calcinados en el incendio. La comunidad Bancavida es una ONG que llega a situaciones de crisis para brindar alivio y contención para organizar nuevamente el proyecto de vida. Ya que, dice Alfredo “Lo principal para salir son los grupos, como la familia y los amigos. Los amigos son familias ortopédicas. Y se tienen que seguir juntando en sus lugares, en la esquina, en la casa, donde está la escenografía con la historia del que ya no está. Lo que puede hacer el psicólogo es favorecer ese proceso”

La idea es que cada uno sume desde su lugar. Porque abuchear al descerebrado que enciende una bengala en un recital no es ser covani, sino consciente, que es otra cosa. Ya los pibes del programa rocanpopero “de hoy no pasa” con Diego Ángeli a la cabeza, habían agitado cerebros con este tema, promoviendo el aliento y la fiesta sin la necesidad de bengalas. También Sokol, (cantante de Las Pelotas) se sumo al aguante pedagógico, puteando en pleno recital a un chabon que había encendido una bengala. Entonces, si el boca en boca, es pedagogía. Soltemos la lengua.

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