3.23.2006

Los andróginos de la zona roja.

Aristófanes. Profeta sexual, heleno a-temporal y escaviado hasta las tetas, nos habla un poco del amor -resaqueado y todo- no vaya a ser que Eriximaco y los restantes dipsómanos del banquete se le prendan a la arenga. Aristófanes agarra al amor. Poderoso Eros. Y se mete por los orígenes a través de la mitología. ficcionando el parto de la humanidad, dándole una vuelta retorcida, cruda y falopera. Separando al hombre en tres clases. hembras, machos y Andróginos. Este animal andrógino padecía de un hermafroditismo tal, que preñaba sin necesidad de andar extorsionando al pobre ángel que fertilizo a María con ventilar su dirección cerca de las fauces de José. También cree que fueron terribles vanguardistas en esto de darle valor a la tierra, no económico sino más bien fecundativo, cosa que más tarde -escupiendo cicuta, los clavos oxidados que atraviesan a Nazaret y los productos suntuarios que engordan al clero- el movimiento fisiocrático se encargaría de recrear con afrancesada crudeza. En cuanto a este asunto de la paternidad cosechable, digamos que eran unos fisióginos. Apenas les pegaba el solcito en la cara que ya se ponían a sembrar pendejos bajo tierra a rolete. Y una vez maduritos el andros se ocupaba de cosecharlos. Aristófanes dejo el relato a un costadito y se acojono un hipo. ya con el otro no pudo y empezó a tragar vino. a retener el aliento de a tandas y nada. -hazte cosquillas en la nariz, a esto le seguirá el estornudo, y si lo repites el hipo cesara infaliblemente- vocifero Eriximaco lamiéndose ambas manos en un claro gesto redentor. Aristofanes pudo terminar con su parloteo engarzándole a la cigarra como un claro ejemplo de albedrío sexual. Tras el rebrote andrógino-demográfico en la región -batía Aristófanes- al toque se les subió la mostaza golpista a la piojera y se mandaron en patota a escalar el cielo y combatir con los dioses cosa que más tarde, en asamblea gremial -con Zeus a la cabeza- se resolvió fumigarlos. Dejando en pie solo al varón y a la hembra. Ya terminando y con una mufa bien gorda. Aristófanes reivindica al Síndico Eros. boga por la persecución del amor verdadero. Doloroso, violento y bien aputosado. El más noble de todos. El del hombre por el hombre. Por ahi, si nos ponemos a parangonear un cachito, vemos que estos Andróginos no son otra cosa mas que travestis de época, autoctonos y bien libidinosos. Aunque de quiméricos no tienen un carajo, sino como mierda se explica esta constelacion de prostatas maquilladas que deambulan por la zona roja rosarina.

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