1.20.2011

Pequeñas Cronicas del lejano Sur. "Perdidos en Alcatraz" (4º Entrega)

San Martín de los Andes. Ciudad del turismo Fashion. Muchos pibes con onda y money. la onda va de la mano del vil metal, de ahí surge la abundancia de padres caritativos e hijos con olor a soja. Decia, buenas bikes, muchos polis, cámaras de seguridad instaladas en las esquinas, limpieza y mucho orden. una ciudad Macrista. Apesta.



Lo interesante de las ciudad se esconde en sus noches, cuando el turismo anciano comienza a roncar por el efecto de los ansioliticos. En tanto, la pibada busca rock, alcohol y mujeres. Un tópico instalado por Skid Row que tuvo su efecto en la argentina Alfonsinista.



La Villa de los andes, esconde en una calle perdida un alcatraz, con la salvedad que la pibada esta presa de sus demonios y no de su libertad. Las calles desiertas y el vehemente frio se ocupaban de empujarnos hacia los catres. Resistimos. Al llegar a Alcatraz (bendito pub) los ánimos se encendieron, un fuego interno se prendió, era un domo, era el lugar metalizado, era una casa encantada con la playa bristol adentro. Pibes top, fashionistas con escotes desmedidos, hippies chic, gordas anestesiadas por la medicina, unas rolas sonando en vivo, por un par de amables sesionistas . En el patio, sentados en pose de wonder boys, mi bro y el mono extremo, haciendo gala de su hallazgo. besamos sus manos en señal de respeto y seguimos tomando y respirando del candor sagrado.

Situación. 4 chicas a nuestro lado. En una hipotética guerra de pan y queso seguro que gano yó. bellas, jóvenes, sedientas de dialogo. sus miradas entrecortadas así lo decían. me acerco un toque y les digo: "me gustaría acercarme mas, para poder hablar, pero esta mesa que esta en el medio, me lo impide" la rubia angelical con carita de trigo y ojos de niña cebada me dice: " desde ahí esta bien que nos hables, aparte mis padres me recomendaron que no hable con chicos con barba ¡¡ " Plop ¡¡ Reí y le seguí el juego. después me quede sin fichas y game over. Tipo 4 nos fuimos con los pibes y caminamos sin rumbo. nuestra brújula estaba averiada. la noche de San Martín nos comió la Enterprise y nos cambio la numeración de las calles. siempre es mejor inventar conspiraciones que asumir borracheras patéticas.                      

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te pasas primo!!! me encanta leer tus escritos. son muy graciosos. Me causa mucha risa e imagino, la situación de la piba rubia y tu cara de desconcierto cuando te dijo comentó su recomendación paternal ("que no hable con chicos con barba"). jajajaj jajaja jajaja
Adrián