
La poética de la escenografia
La puesta en escena de una Opera, la restauración de un lugar derruido, el diseño de una escenografia. Todo eso resume al artista y su incansable búsqueda por lograr la belleza.
La palabra Escenografía para el diccionario sugiere: “Arte y técnica figurativa que prepara la realización del ambiente, estable o provisional, en el cual se finge una acción espectacular. Por extensión se emplea también para indicar el conjunto de los elementos, pintados o construidos pero siempre provisionales, que ayudan a crear el ambiente escénico" ¿a vos como escenográfo que te sugiere esta palabra? Yo pienso a la escenografía como la interpretación espacial del material dramático de un autor, como un lenguaje artístico muy particular en el que la “autonomía de la obra artística” pierde sentido a favor de un acto mayor que es el “hecho teatral” Un escenógrafo no es un simple diseñador o constructor de decorados ilustrativos que indican el lugar en que sucede la acción dramática, siempre intento en mis trabajos trabajar el espacio poética y simbólicamente, donde cada elemento signifique y aporte conceptualmente a la concepción general de la puesta en escena.
Te Recibiste de Licenciado en Bellas Artes con el mejor promedio universitario 2007 de la provincia de Santa Fe. ¿Cómo tomaste la noticia? Fue una grata sorpresa, sabía que tenía un promedio alto, pero nunca me imaginé ser el mejor promedio de toda la provincia.
En una entrevista que le hicieron a Lucrecia Martel (Directora de Cine) ella dice: “Yo creo que la única diferencia entre las personas que nos dedicamos a la creación y cualquier ser humano que anda por la calle, es que uno ha encontrado la forma de expresarse” ¿Sentís que con la escenografía encontraste tu forma de expresarte? Sí, me siento muy cómodo en el oficio de escenógrafo, es un lenguaje muy complejo que supone un profundo compromiso con la puesta en escena en la que se trabaja, tiene la particularidad de lo efímero, y carece de la autonomía de la “obra de arte”, pero es precisamente esa convivencia artística de todas las artes, “esa entrega de todos al trabajo de todos”, como define al hecho teatral el escenógrafo Gastón Breyer, donde hoy encuentro no sólo mi campo de ejercicio profesional si no también mi lugar en el mundo.
¿Como nace tu vinculación con el teatro? Mi vinculación con el Teatro se inicia a través de
Participaste de la restauración del Teatro para el III Congreso de
Formaste parte del equipo que realizo la restauración del Foyer. ¿Podrías contar como fue el proceso? ¿Qué fue restaurado? La restauración de las gargantas y cielorraso del Foyer del teatro fue un trabajo de más de un año, se trató de pinturas decorativas sobre yeso muy deterioradas por las filtraciones de humedad, con la particularidad de que los fondos eran de láminas de oro de 24 kilates. A la experiencia anterior de restauración esta vez se sumó el aprendizaje del oficio del dorado a la hoja.
Con respecto a tu labor como Escenográfo tuviste varias Operas a tu cargo. En el año 2003 hiciste Aida, 2004 Otello, 2005 El Barbero de Sevilla, 2006 Cavalleria Rusticana y Madama Butterfly, 2007 I Pagliacci y Carmen. ¿Cómo resultaron esas experiencias y cuanto aportaron a tu formación? Cada título abordado implicó sumergirse en un nuevo desafío, tanto en diseño como en realización en cada título la apuesta era mayor y los resultados por suerte fueron los esperados. En mi formación universitaria la especialidad en escenografía no existe, por lo que tuve hacer mi propio camino al respecto: participé de cursos y seminarios del Teatro Colón y del Teatro San Martín de Buenos Aires, pero la verdad es que mi formación se la debo a la práctica del oficio en
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